Si acabé el año mirando hacia atrás, éste que empieza lo hago recurriendo a las personas que más quiero como el futuro más inmediato. Y entre ellas, cuatro de mis amores: los más cercanos, los más naturales y, quizás, por ser los menos escogidos, los que siempre llevo conmigo como un tesoro.
Ellas serán, siempre, les nenes. Esas mismas niñas que se han hecho mayores, a las que he aprendido a querer más que a nadie y que me han dado (sin pretenderlo) el regalo más grande que podría imaginar: mis sobrinos.
... sé que, allí dónde esté, ella sonríe igual que yo. Estaría de acuerdo...
1 comentario:
están guapísimos, los cuatro.
y tú? te echo de menos...
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