Porque por muchas canciones que escuche y por muchas lágrimas que su recuerdo produzca, la realidad siempre escapa al exceso de literatura.
Porque la realidad es real, tangible, intransferible. Pero la música hiere igual, nos une o separa, nos produce un vuelvo en el estómago si es necesario. Nos sirve cuando no encontramos las palabras adecuadas y tenemos tanto que decir.
Y porque me encantan las canciones chochonas, faltaría... Siempre y cuando las toques tú. Punto VI.
P.S. Estoy en ello; pienso ganar el combate.
No hay comentarios:
Publicar un comentario