martes, 26 de febrero de 2008
si saliera al balcón...
Expiación de un pasado remoto, sin recordar que se sintió.
Una sensación aséptica con gusto a medicina para niños. Dulzona en demasía.
Y el claroscuro se filtra por las rendijas de la ventana, se mezcla con la penumbra y te descubres tanteando los contornos del mobiliario al avanzar despacio. "Mejor evitar más golpes", la piel se ha vuelto fina en exceso con el paso del tiempo.
domingo, 24 de febrero de 2008
arriba y abajo
Arriba y abajo y un paso a punto de darse queda suspendido en el aire. Decido qué hacer, pero no me mueve el sentimiento. La disparidad de opiniones, el conjunto de supuestos y los intentos frustrados. En definitiva, seguir en el mismo sitio, esperando.
"Llegará el momento" y se transforma en la excusa perfecta: un sinfín de razones para alimentar el temor a lo no acometido, a lo no dispuesto, a no ser, a no hacer, a no creer. Un día, bajas las escaleras de espaldas, mirando al frente y buscando la mano que te sujete por detrás. "Tiene que estar..." pero no la notas. Y sigues bajando.
Quieta, deténte, mira. "Miré", sonó en algún rincón. No era más que el propio reconocimiento de lo aparcado y que, sin saberlo, se aferró a los bordes del abismo que creía bajo mis pies. Algo está volviendo y, para mi sorpresa, esta vez no tengo dudas de querer mantenerlo.
martes, 19 de febrero de 2008
lunes, 11 de febrero de 2008
domingo, 3 de febrero de 2008
viernes, 1 de febrero de 2008
la tristeza en los bolsillos
Derrota.
volver a casa a paso lento.
lágrimas colgadas
a medio camino.
siempre antes de lo previsto.
nunca es el momento
de que tu vida comporte
la existencia. Sentencia.
no hablas
por cobardía o por falta de.
("no debes hacerlo").
pero gritas con los ojos
que nadie mira.
y sin fuerzas,
percibes como tristeza gana terreno;
te espera sentada
a la puerta de casa. Epílogo.
volver a casa a paso lento.
lágrimas colgadas
a medio camino.
siempre antes de lo previsto.
nunca es el momento
de que tu vida comporte
la existencia. Sentencia.
no hablas
por cobardía o por falta de.
("no debes hacerlo").
pero gritas con los ojos
que nadie mira.
y sin fuerzas,
percibes como tristeza gana terreno;
te espera sentada
a la puerta de casa. Epílogo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)