martes, 18 de septiembre de 2007

los personajes III




Oranienstrasse-Marianenstrasse: en el Bateau. 11.30 de la mañana.
La comunidad hispano parlante se reune para desayunar: croissants y cafés son el menú. La conversación inicial consiste en ponerse al día después de tantos años. Demasiado tiempo, a mi gusto, pero eso es algo incontrolable.

Tras cinco minutos, Juan aparece por la puerta. Barba espesa, la misma mirada de siempre ("estos niños no cambian", y me alegro de que así sea). Un abrazo, la ternura de siempre.

Pero el tiempo a pasado y todos hemos... nos hemos hecho mayores. Aunque a primera vista no lo parezca. Juan desprende seguridad y Frank una sed tremenda de seguir encontrando motivos que merezcan la pena. Yo, por mi parte, dejo la cabeza donde está. El ímpetu alocado de años atrás se ha ido calmando. Y no hay pesimismo en esto, simple constatación. Me alegro por ello.

1 comentario:

Juan Rayos dijo...

Uff! ¿pero por qué salgo tan mal en las fotos?
Que buenos días en Berlín!, me alegró mucho verte. Queremos más fotos de la capital germana!