No decir
no sentir
no querer
no seguir
no mirar
no ver
no sonreir
no sufrir
no tocar
no mostrar
No.
¿Hay alguien que sueñe con lo contrario?
¿Hay alguien que diga que quiere lo contrario?
¿Hay alguien que diga, simplemente que diga lo contrario?
Ojalá el mutismo ajeno no significara siempre la constatación de lo obvio.
Y el enfado no siguiera a un exceso de falta.
¿Falta de qué? A eso, queridos, no debo responder.
Sería dar demasiado. Y, a mí, sin quererlo, se me agotan las existencias.
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2 comentarios:
a mi me has dejado sin palabras.
no hables sola, habla conmigo mientras tomamos café un día de estos, pero pronto, ya ha pasado demasiado desde los últimos cafés, en la playa de Caldetes...
besos a raudales
Floreta... no vegis amb la inspiracoó. tindrà raó el capullo de dir que ets molt bona escribint. Saps que no estàs sola, encara que de vegades, només de vegades, la solitud ens ajuda a pensar i reflexionar, encara que només sigui per poder-nos desfogar després en les orelles de qui ens escolta
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