martes, 8 de septiembre de 2009

El Sena y sus márgenes


Paris, mayo 2009


Ese gris piedra era lo que más me atraía de París. Sólo deseaba ver si aquellos trayectos tantas veces reproducidos en el cine eran realidad.

Allí estaban y yo los observé desde arriba. Mis zapatos ni siquiera los rozaron; siguen siendo un sueño en mi retina.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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