viernes, 30 de octubre de 2009
domingo, 18 de octubre de 2009
de madrugada
miércoles, 14 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
Quique
Hace tiempo, nuestro pequeño avión empezó un viaje.
En un punto del camino, tuvo que descender por las turbulencias; el capitán tomó esa decisión antes de romper las alas.
Ahora, en tierra, reemprende el vuelo y sabe de antemano que las escalas serán decididas según la ocasión, con más motivos que aguardan en la bodega.
lunes, 12 de octubre de 2009
Punto IX
Llevaba días siendo una nariz roja enganchada a un cristal. Una nariz roja de payaso que encontré por casualidad. De inmediato, me llevó a una conversación sobre el circo, sobre la necesidad de mantener ese niño o niña pequeña que mira con los ojos limpios, sin ataduras ni pasados llenos de prejuicios, de heridas y de cicatrices. Maravillarse de nuevo..., cuántos de nosotros habremos querido volver atrás y sonreir sin motivo aparente más que por el mero placer de sentirlo.
Hay quien lucha por ello y lo reivindica sin perder un ápice de su sensatez, de su temple habituales, de su saber que el camino te lleva hacia delante, con todo lo que ello conlleva. Qué grande es compartir esos dos polos no opuestos y aprender que es posible; a ver el brillo de unos ojos dispuestos a combatir la intransigencia de la edad adulta cuando quedan prendados de una realidad ilusoria, ficcional pero mágica en muchos aspectos...
Y... al mismo tiempo... darte una lección de valentía, cordura y madurez.
"Confía..." me dijo al final. Y sabía que todo saldría bien. Como el primer día, sus ojos me dijeron el resto. Y le creí.
sábado, 10 de octubre de 2009
Punto VIII
Carta
Primer y único plato
Sashimi de atún y salmón
acompañado de arroz japonés
para sushi.
Maridaje
Vino blanco (escogido con el mayor criterio)
o
champany francés
(me están refinando la exquisitez)
Postre
Helado de chocolate acompañado
con Par,
mezclado en la boca y saboreado lentamente
con los ojos cerrados.
(... y esa sensación a frío aroma de naranja en mi espalda)
viernes, 9 de octubre de 2009
Punto VII
Mi nombre y algo más.
No hace tanto que fue rasgado. Pero como un baúl donde guardas tus tesoros más preciados, mi mirada ha abierto el lugar donde quedaba un gesto producto de la espera.
Me he desbordado en lágrimas, mientras me partía por la mitad.
Hoy ya no podía más. No podía.
Un gesto. Un motivo. Punto VII
jueves, 8 de octubre de 2009
Punto VI
Porque por muchas canciones que escuche y por muchas lágrimas que su recuerdo produzca, la realidad siempre escapa al exceso de literatura.
Porque la realidad es real, tangible, intransferible. Pero la música hiere igual, nos une o separa, nos produce un vuelvo en el estómago si es necesario. Nos sirve cuando no encontramos las palabras adecuadas y tenemos tanto que decir.
Y porque me encantan las canciones chochonas, faltaría... Siempre y cuando las toques tú. Punto VI.
P.S. Estoy en ello; pienso ganar el combate.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Punto V
Qué más da unas pocas diferencias si descubres que esas mismas te llevan a cosas que no conocías, que te abren los ojos y con las que compartes realidades nuevas, propias y sólo construidas para vosotros.
El placer de romper tus prejuicios y salir con una sonrisa en los labios.
Punto cinco. Gràcies.
martes, 6 de octubre de 2009
Punto IV
Pienso que...
Supongo...
etc...
Mi hermana me dijo el otro día que pensaba demasiado.
Que me dejara llevar, me dijo.
Sonrío sabiendo que tiene razón.
Sabéis qué? Ahora siento. Mucho, demasiado, a bocanadas... Qué más da.
El caso es que siento y me gusta.
Es algo físico. Ahora duele, señal de que está (estaba).
Y hay un motivo concreto: todo empieza en sus ojos gatunos.
Será por eso que llevo un gato agarrado al tobillo? Punto cuatro.
Lejos
2009
Siempre he pensado que ella me cuidaba desde lejos,
vigilando todos mis pasos
pero sin intervenir nunca.
Era su manera de ser.
Calmada, te miraba a los ojos como buscando un lugar
donde arrancar la seguridad que reafirmaría
sus palabras.
Y pausadamente hilaba su discurso, exponía
su cordura y
te daba una lección de sentido común que hoy,
todavía, intento tomar como ejemplo.
Ahora, más que nunca, sé que sigue velando
por su hija con la misma delicadeza que antaño.
Pero esta vez no ha podido estarse.
Lo reconozco, creo en ángeles. Y sí, tienen sexo.
lunes, 5 de octubre de 2009
Trenes
Estoy inquieta y reconozco la sensación. Mezcla de nervios, ansiedad, culpa, miedo, impaciencia, desconsuelo y un largo etcétera que más me valdría callar. Así que me toca lidiar conmigo misma, con todo lo que siento, con mis impulsos y arrebatos y con mi maldito estómago que se ha vuelto a cerrar.
Cómo acelerar el tiempo cuando éste pide calma. Parece que tengo una tendencia natural a quererlo todo ya, a descuidar el camino (¿será por eso que tengo una obsesión por los trayectos, recorridos, senderos y demás líneas paralelas en mis fotografías? Tendría que meditarlo) o a querer forzarlo en exceso. Y miro al cielo esperando y esperando mientras mis pies caminan solos, sin directrices concretas. ¿Será que de pequeña me dijeron que no mirara al suelo mientras caminaba? Será...
domingo, 4 de octubre de 2009
Punto II
Borrachos en medio de la calle aguardando nada, un instante de semi lucidez, supongo.
Gente muy mayor con los pantalones por encima de la cintura cruzan las calles con la mirada al frente, pesada, cansada. Hace tiempo que dejaron de sorprenderse. Y siguen para no perder la monotonía del movimiento. "Te paras tú", pienso para mí.
Las calles casi desiertas (casi, esta ciudad no descansa ni en domingo). Y la bici tampoco se detiene en los semáforos. "Lo sé, le dije que siempre paraba, que yo era de las que respetaba los semáforos". Lo he hecho a propósito como excusa para llevarle un rato la contraria, para molestarlo un poco. Pienso de nuevo.
Partidos de domingo por la mañana y la gente que mira desde arriba. Una pareja, un perro y el periódico. "¿Se lo leerá de principio a fin?".
Latas de cerveza. Las huellas de la noche anterior. "Cómo se nota la zona de bares".
Señores de mediana edad limpiando su coche. "¿Qué proyectan?".
Antes, al girar la esquina, huelo a jazmín y me quedo ahí mientras la bici rueda avenida abajo. Quisiera permanecer ahí y recordarlo todo: ese vino blanco con el mismo nombre que trajiste un día a casa o que tomamos en aquel japonés la primera vez que salimos con Toni e Ichi. El jazmín que sentimos una tarde calurosa de verano mientras yo me columpiaba, recordando la sensación de vacío en el estómago al bajar. El que quería plantar y nunca hice.
Pero sobretodo el olor, el aroma, las notas. Del vino a mi vida y sigue despertándose. Qué gran regalo me hiciste. Punto dos.
Llego al estudio. Silencio seguido del cello de Jacqueline (sonatas para cello y piano de Brahms, E Minor, Op. 38). Y escribo.
Hacía mucho tiempo que todo esto no sucedía. Mi normalidad ha dado un vuelco e intento no perder pie. Todavía no me acostumbro a nada y menos a pensar que en varios días ya no estaré aquí. Nueva ciudad por tiempo limitado. Todo es muy raro y yo soporto poco los cambios.
Suspiro... "Ens veiem en un sospir". Bon dia.