... un día de estos, descansaré bajo tus brazos y seré feliz.
viernes, 26 de junio de 2009
lunes, 22 de junio de 2009
extraño
Sí, es cierto, ésta es la vida que nos ha tocado vivir. Aún y así, es todo demasiado extraño. Casi incomprensible. El ayer ha dejado de existir más que para inventarlo una y otra vez, añadiendo en cada momento nuevos detalles, nuevas verdades y fantásticas mentiras que nos esforzamos en creer.
Los caminos son los mismos y siguen siendo recorridos por otros vestidos de alguien que consideramos nosotros. Qué divertido sabernos adultos, constatarnos maduros para algo a lo que ni el tiempo pretérito nos ha querido educar. Y esas piedras que vemos delante nuestro seguirán allí tras nuestro paso, tal vez un poco más desplazadas por algún tropiezo y sí pequeños suspiros de resignación.
A pesar de eso, el trayecto no deja de producirnos un revoloteo en la superficie del estómago. Y levantas el rostro ante un sol que acaricia tus párpados y calienta tus labios.
jueves, 18 de junio de 2009
era tarde, lo recuerdo
Llegar tarde a casa, abrir la puerta y cerrarla tras de ti con llave para no despertar a nadie. Otra puerta, primer paso antes de alcanzar la meta, cualquiera. Una figura en la esquina, no se mueve, sólo respira alto, fuerte a punto de paralizar su cuerpo con un aliento contenido en tres segundos. Te paras, observas que no haya abierto los ojos y te encuentre parada en medio de la habitación, espiando para no ser descubierta a estas horas. Nada. Otro suspiro hondo. Fuerte. Sigues.
La segunda puerta la abres con el máximo sigilo. La conoces bien: demasiados años notando el tacto frío del pomo y ese color de oro desgastado que te recuerda la vejez prematura de ciertos objetos de tu vida. Te das la vuelta, lo miras por última vez esta noche, pensando si ha despertado mientras te estabas de espaldas. No. Sigue durmiendo. Como siempre lo has visto a ciertas horas de la noche durante tantos años. Respiras con alivio sabiendo que mañana no sabrá a qué hora llegaste, no podrá decirte nada, la fractura del tiempo se ha descompuesto en tus manos y esta vez has sabido aprovecharla. Hoy no habrá justificaciones que construir; vuelves a ser un poco libre.
Un sonido. Cierras. Todo queda al otro lado... Silencio... Muchos años después siento que sigo entrando de puntillas y sabiendo que ya nadie me resguarda con la espera.
La segunda puerta la abres con el máximo sigilo. La conoces bien: demasiados años notando el tacto frío del pomo y ese color de oro desgastado que te recuerda la vejez prematura de ciertos objetos de tu vida. Te das la vuelta, lo miras por última vez esta noche, pensando si ha despertado mientras te estabas de espaldas. No. Sigue durmiendo. Como siempre lo has visto a ciertas horas de la noche durante tantos años. Respiras con alivio sabiendo que mañana no sabrá a qué hora llegaste, no podrá decirte nada, la fractura del tiempo se ha descompuesto en tus manos y esta vez has sabido aprovecharla. Hoy no habrá justificaciones que construir; vuelves a ser un poco libre.
Un sonido. Cierras. Todo queda al otro lado... Silencio... Muchos años después siento que sigo entrando de puntillas y sabiendo que ya nadie me resguarda con la espera.
viernes, 12 de junio de 2009
miércoles, 3 de junio de 2009
martes, 2 de junio de 2009
020609
Hoy 31.
Y con otra postal en la mano: un piano, un café, un susurro al oído.
... buenos días...
Y con otra postal en la mano: un piano, un café, un susurro al oído.
... buenos días...
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