viernes, 30 de mayo de 2008




lágrimas,
arrastrando los afeites de mi rostro,
humedecen y manchan mi vestido de seda

aquella "canción de adiós"
la repito miles y miles de veces

dicen
que las largas cadenas montañosas
tienen un final

pero sólo oigo la lluvia fina y delicada
golpeando interminable
el pabellón solitario



desde que nos separamos
la tristeza del adiós
me destroza poco a poco el corazón

he olvidado incluso si,
al brindar por tu partida,

nuestras copas tenían
poco o mucho vino

lo mejor
es que entregue este poema
a las ocas salvajes que atraviesan el cielo

en realidad, Donglai
no está tan lejos como otros paraísos


"Mariposa enamorada de su flor"
Li Qingzhao

4 comentarios:

Alvaro de la Rica dijo...

Sweet old England, isn´t it?

Anna A. dijo...

Certainly, it is...

Alvaro de la Rica dijo...

Inés y yo te mandamos un beso
(We want to see the entire lot!)

Cartable dijo...

me pierdo en tu paisage. me gustaría estar en el embarcadero, desaparecer en esa luz. abrigarme y olvidar. días desolados, días pasados, horas y horas sin sentido.. un besete