viernes, 28 de septiembre de 2007

suena una nota perdida


Hoy el palco está vacío, aunque el espectáculo prometía.
Los mitos, esas eclécticas creaciones de nuestra cultura, cada vez se parecen más a un payaso de circo. A los que nos hacían llorar, a esos me refiero. Los que lloraban con nosotros, esos, se fueron dejándonos un regusto amargo en la boca: el del puro llanto. Los que quedan, los pseudomitos, no atraen lo que antes.

Las luces caen, se hace el silencio... que en realidad ya se había asentado hace horas, mientras preparaban los instrumentos. Quién sabe si esta noche darán alguna nota que rompa el vacío auditorio. La decepción interrumpe cualquier acto, inmoviliza hasta paralizar. Esperemos que mañana, si tenemos suerte, la melodia surja más allá del corazón.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

paseamos?


Uno nunca sabe qué aparecerá detrás de una esquina... El problema surge cuando tales esquinas no existen. Son simples invenciones de nuestro espacio imaginario. Construimos creyendo que así delimitaremos un mundo que nos viene, a algunos, demasiado grande.
O, tal vez, es que sencillamente preferimos pensarlo así para darle un motivo a seguir descubriendo rincones ocultos, realidades soñadas. Creaciones que desearíamos tener más a mano.

Y así, los ángulos se convierten en suaves curvas. Dejádme que salga a pasear.

martes, 25 de septiembre de 2007

lunes, 24 de septiembre de 2007

con vistas a la calle


Lunes por la tarde en Barcelona. Es festivo y la ciudad hierve, no por el calor, que afortunadamente va disminuyendo con el paso de los días, sino por la cantidad de movimiento, aglomeraciones y gente que no se sabe de dónde ha salido. Estar fuera de casa resulta casi incómodo.

Por ese motivo, me traslado. Mis recuerdos derivan a ciertos rincones solitarios y silenciosos. Una calma que acompaña las primeras horas de la tarde y que te resguarda del exterior. Aún y así, las puertas permanecen abiertas, como sugiriéndote a que entres. El café de sobremesa está delicioso: corto e intenso. Al otro lado de la sala, una pareja termina de comer. A mi derecha, una larga fila de mesas se extiende hasta el interior, todas ellas vacías. El único ajetreo es el de un par de camareras mientras sirven a los pocos clientes reunidos en el local.

A mí, como siempre, se me va la vista hacia la calle. Tarde soleada y tranquila. El tiempo corre más lento que de costumbre, pero todavía no me he dado cuenta; sigo fuera.

viernes, 21 de septiembre de 2007

los escenarios III


Tiergarten. Berlín. Una tarde de tantas...


martes, 18 de septiembre de 2007

los personajes III




Oranienstrasse-Marianenstrasse: en el Bateau. 11.30 de la mañana.
La comunidad hispano parlante se reune para desayunar: croissants y cafés son el menú. La conversación inicial consiste en ponerse al día después de tantos años. Demasiado tiempo, a mi gusto, pero eso es algo incontrolable.

Tras cinco minutos, Juan aparece por la puerta. Barba espesa, la misma mirada de siempre ("estos niños no cambian", y me alegro de que así sea). Un abrazo, la ternura de siempre.

Pero el tiempo a pasado y todos hemos... nos hemos hecho mayores. Aunque a primera vista no lo parezca. Juan desprende seguridad y Frank una sed tremenda de seguir encontrando motivos que merezcan la pena. Yo, por mi parte, dejo la cabeza donde está. El ímpetu alocado de años atrás se ha ido calmando. Y no hay pesimismo en esto, simple constatación. Me alegro por ello.

lunes, 17 de septiembre de 2007

sábado, 15 de septiembre de 2007

paréntesis

Hay algo que no..., que no funciona. Y no logro dar con la respuesta.
Quizá es todo lo que me rodea, quizás es una eterna insatisfacción, quizás son temas no resueltos nunca y que jamás lo van a ser.

Me he pasado la vida observando a mi alrededor, en busca de una respuesta a esa pregunta que no tiene forma concreta pero que existe. Y os preguntareis por qué no empiezo por el principio. ¿ Acaso llegué aquí cuándo todo empezó? Pues no... a casi todo llegué tarde. Y me perdí la lección dónde te enseñaban a formular y luego a resolver. Y así, sigo desenredando nudos infinitos.

Recuerdo un sueño: un abismo inmenso y yo al borde del precipicio. Todavía hoy no sé si llegué a caer o seguí mirando hacia abajo.


viernes, 14 de septiembre de 2007

jueves, 13 de septiembre de 2007

Los personajes



Kilómetros bajo las ruedas que se transforman en partes de un pasado común.
La sensación de que poco a poco algo nuevo aparece, y tú formas parte de ello. Sonríes sin saber exáctamente por qué; quizás es sólo eso, sonreir.

El simple ejercicio de mirar a tu alrededor con otros ojos. Estos sí, más felices.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

lunes, 10 de septiembre de 2007

viernes, 7 de septiembre de 2007

In Memoriam


Los juguetes han quedado apartados en un rincón. Ella los mira, con cariño los mueve a un lado cada vez que limpia la habitación y, con el mismo cariño, los vuelve a dejar exáctamente en el mismo sitio. Y así, van pasando los años.
Ahora ella se ha ido.
Después de cierto tiempo, me sorprende comprobar cómo las lágrimas siguen escapándose sin mi permiso. No hay nada que hacer, el vacío ha de llenarse con algo.

Aunque de vez en cuando me acuerdo de sus manos...

Las mujeres importantes de mi vida se van. Y no consigo encontrarle un sentido. Mi infancia, los juegos y su ternura se han ido con ellas, sin que pueda decir nada al respecto. Asentir, quedarse callada y seguir adelante, sabiendo que es lo mejor (lo único) que se puede hacer. Ahora las conversaciones las mantengo sola, mirando algún lugar indeterminado del cielo sabiendo que allí no están. Ciertas cosas no las creí nunca.

Pero las quiero. En presente. Y así seguirá siendo mañana.